En todo vemos tendencias en cuanto a diseño y los coches eléctricos tampoco escapan. Puestos a que algo mantenga su esencia pero ensucie menos, quizás la lógica no nos pida un factor forma, pero siempre hay mentes inquietas que se preguntan "¿por qué no?" y una es la de Alexander Zhukovsky, quien pensó un concepto muy distinto de coche eléctrico y autónomo a lo que solemos ver.
Algo que solemos ver en casi todos los modelos son partes en tono azul eléctrico, como si por alguna ley no escrita eso fuese distintivo (u obligatorio) en un coche eléctrico. La propuesta de Zhukovsky no sólo no lleva nada azul, ni un alerón, ni un LED. La verdad es que ni siquiera parece un coche.
Estos días se ha celebrado el Salón del Automóvil de Frankfurt y hemos visto un poco de todo. Como era de esperar ha habido presencia de vehículos eléctricos y/o autónomos, como el Volkswagen ID.3 (el primer 100% eléctrico de la compañía) y algunos vehículos conceptuales como el Mercedes Vision EQC, pero incluso estos conceptos (bastante estrambóticos algunos) mantienen la forma de coche esencial que conocemos.
En la mente de Zhukovsky un coche eléctrico y autónomo del futuro no podía tener esa forma tan tradicional, ese esquema que (con una enorme evolución en diseño y prestaciones, sobra decirlo) se mantiene desde aquellos automóviles primigenios que invadían calles aún copadas de carruajes: las cuatro ruedas, el capó, el habitáculo, el maletero. El diseñador ucraniano ve algo similar a lo que vimos en la película de Disney y Pixar 'Wall-E', y bueno, es más un carricoche que un coche en un primer vistazo.
La visión de Zhukovsky es la de algo más parecido a las cápsulas de transporte que salen en la película, de modo que los coches eléctricos y autónomos de esa distopia suya serían monoplazas de diseño minimalista. Algo así como un Segway pero con maletero y bastante más confortable en apariencia.
Los faros están integradísimos: los traseros quedan como sutiles tiras que siguen la curvatura de las cubiertas de las ruedas y los delanteros también dibujan esta curva con la estructura que aúna ruedas delanteras y chasis (con la incógnita de qué son esa especie de LEDs con el símbolo de encendido en las ruedas). La verdad es que resulta bastante más atractivo que las cápsulas de 'Wall-E', con la esperanza de que deparase además un futuro menos desesperanzador.